Escuchada y curada
24.10.2021
Qué coraje cuando nos damos cuenta que ya no podemos más, cuando nuestras fuerzas se han debilitado y que es momento de descansar, y no por el miedo o desprecio a no sentirnos mal, sino por el hecho de haber esperado tanto para parar, porque nos ocupamos de todos, menos de nosotros mismos, porque tal parece que cualquier cosa es más importante que nuestro bienestar.
Por eso decidí parar en seco, y prestar atención a aquello que me estaba afligiendo, y el camino me encontré a misma, descuidada y abandonada, con toda la intención de ser escuchada y curada.
Valeria Almaraz ©