Hoy quiero ser, todo aquello que no me gusto ser el día de ayer.

Estas últimas semanas, las he pasado observando a mi yo del pasado, curando a mi yo del presente,  pensando en mi yo del futuro. Tuve que pasar una desilusión, para decidir tomar un descanso parcial de las redes sociales, sin saber que aquella acción iría más allá de un descanso.

En los primeros días fue fácil estar desconectada, mis ánimos estaban por los suelos, y ni quisiera tenía la fuerza para tomar mi celular. Algo tenía claro desde un principio, no podía dejar que mis emociones me consumieran, tenía que hacer algo al respecto para que la tristeza no tomara el poder sobre mi mente. Tomé una hoja y un bolígrafo, y comencé a escribir todo aquello que hace tiempo quería aprender, pero no me había el tiempo de hacerlo. Quería tener mi mente ocupada en tantas cosas me fueran posible. Al menos los primeros cinco días la tristeza era tanta, que me venían las ganas de llorar mientras hacía ejercicio, cocinaba, incluso cuando limpiaba. Estaba tan asustada de lo que estaba sintiendo, que llegué a desear poder adelantar el tiempo hasta el día en que ya no doliera más. Unos cuantos días más, la tristeza fue reemplazada con la nostalgia.

Comencé a administrar mis días y lo que quería a aprender en ellos. Poco a poco, la esperanza, la inspiración, y la gratitud, se hacían presentes. Volví a hacer mis actividades, y eran contados los días donde la nostalgia venía a saludar. Me concentré en aprender lo que tanto quería, pero fue entonces, cuando me percaté que tenía que ver más allá.

Han sido días de mucho pensar, pero también de aprender, no sólo sobre temas de mi interés, sino también acerca de mi persona, sobre quién fui, quién soy y que quiero ser.  Algunos días me avergüenzo de lo que llegué a ser, pero también acepto que ya fue, que hoy y mañana tendré la oportunidad de volver a iniciar. No puedo permitirme ser quién fui ayer, si hoy puedo ser una mejor persona, y aprender de los errores, inclusos de los más grandes, más grandes y más comprometedores.

Hoy quiero ser, todo aquello que no me gusto ser el día de ayer.