Disfruta las cosas pequeñas.

Disfrutar siempre el atardecer, las olas del mar, el canto de los pájaros, la risa de los niños, el sentimiento de plenitud al estar con tus seres queridos, una canción que te trae buenos recuerdos, encontrar dinero en un bolsillo, una conversación amable con un extraño, que tu mascota te reciba en casa, cantar bajo la regadera, el olor de la tierra mojada, saberte la letra entera de una canción, la chimenea en pleno invierno, reírte solo por algo que recordaste, decir "te quiero" a alguien, esperar a que suene el trueno después de ver el rayo. Disfruta las cosas pequeñas y no te acostumbres a ellas.