Piensa en si realmente estás viviendo.

Es momento de tomarte un tiempo a solas, y ponerte a pensar si realmente estás viviendo, o sólo vives el día a día.

Pregúntate cuando fue la última vez que apreciaste detenidamente un atardecer, cuando fue la última vez que sentiste la arena de la playa entre tus pies, cuando fue la última vez que disfrutaste el tráfico cantando a todo pulmón tu canción favorita, o cuando te tomaste una taza de café sin salir corriendo de tu casa.

Es probable que no te habías percatado de todo esto, así por favor, realmente disfruta de estar aquí en esta tierra y verás como la carga será menos pesada.

Valeria Almaraz ©