Una noche sola.
19.02.2018
Frágil.
Rodeada por la oscuridad, sola.
Desesperada.
Quería dormir para no lidiar con aquello.
Impotencia.
No sabía qué hacer, no sabía porque se sentía así.
Exhausta.
Lloraba y lloraba, las lágrimas no cesaban.
Perdida.
Abrazarse, no saber en qué o quién refugiarse.
Enojada.
No tener el control de los propios sentimientos.
Aferrada.
Una blusa lista para limpiar las lágrimas que se estaban derramando.
Ruego.
Basta, decir a uno mismo, basta, deja de llorar.
Esperanzada.
Recibir el abrazo de alguien, escuchar decir que todo estará bien.
Decepción.
Una vez más, lidiar con todos los problemas, dormir sola, lista para las pesadillas.
Valeria Almaraz ©